Consejos PrácticosPara conseguir que se obtengan el mejor rendimiento de las instalaciones
Consejos prácticos para ahorrar agua caliente y energía
El uso del agua en la industria es muy amplio y diverso. Es por eso que cualquier medida de ahorro de agua caliente sanitaria (ACS) tendrá una repercusión importante tanto en la reducción de la factura energética como en la reducción del impacto medioambiental.
Tanto por responsabilidad social, como personal, ecológica o económica, es importante saber qué hacer para reducir este consumo.
En las instalaciones de Fontanería, tanto de ACS, como AFCH, hay que preocuparse de que cuando se diseñen o reformen, se considere tan importante la eficiencia, como el diseño y la ergonomía de uso, utilizando los adelantos técnicos más avanzados que en ese momento existan (ya contrastados), pues una instalación una vez construida, será para muchos años, sin olvidar la facilidad de mantenimiento y sus costes.
Es interesante la instalación de contadores (a ser posible electrónicos), que permitirán la segregación y control de consumos y fugas, adecuando los diámetros de éstos a las necesidades reales, y no con márgenes de seguridad excesivos, que encarecerán la factura del agua, sin aportar nada a cambio.
Selección de equipos y adecuación de las instalaciones de climatización al tipo de explotación, que va a tener el edificio.
Desarrollo de programas de mantenimiento preventivo que, además de cumplir con la normativa vigente, permitan una corrección y detección inmediata de anomalías, excesos de consumos, fugas, etc. Revisando las protecciones de aislamiento de las tuberías, cada seis meses, y cada vez que algún operario realice algún trabajo de mantenimiento.
Consejos generales para el mantenimiento de instalaciones
En salas de calderas y distribución:
Las calderas y los quemadores deben ser limpiados y revisados periódicamente por un técnico cualificado.
Mandar inspeccionar la caldera periódicamente, inspeccionando los siguientes puntos:
1. Las luces de alarma;
2. Signos de fugas en las tuberías, válvulas, acoples y caldera;
3. Daños y marcas de quemado en la caldera o chimenea;
4. Ruidos anómalos en las bombas o quemadores;
5. Bloqueos de los conductos de aire.
Inspeccionar el tanque de expansión y alimentación periódicamente. Si se oye la entrada de agua a través de la válvula de llenado, entonces el sistema tiene fugas.
Si se sospecha que hay fugas, llamar inmediatamente a un especialista para que las arregle.
La revisión debe incluir una comprobación de la eficiencia de combustión y el ajuste de la proporción aire / combustible del quemador para obtener la eficiencia óptima.
Indicar al técnico que maximice la eficiencia de la caldera y que le presente una hoja de ensayos con los resultados.
Estudiar la posible instalación de un termómetro en la chimenea. La caldera necesita limpiarse cuando la temperatura máxima de los gases en la chimenea aumente más de 40 ºC sobre la del registro del último servicio.
Aislar las tuberías de distribución que no contribuyan a calentar las zonas de Habitadas / de trabajo.
Si se dispone de anillos de recirculación de ACS, medir, verificar y ajustar las proporciones de agua reciclada, en los distintos horarios de demanda punta y valle, a la más adecuada, que garantice el servicio con el mínimo esfuerzo de la caldera. (Si sus puntas son muy exageradas, valorar la implementación de un programador de maniobra que automatice los cambios de temperatura).
En los puntos de consumo:
Instalar equipos termostáticos siempre que sea posible, pues aumenta el confort y ajustan el consumo energético a la demanda real.
Los equipos temporizados son ideales si hay jóvenes y adolescentes, pues evita olvidos de cierre y soportan mejor el posible vandalismo.
Instalar o implementar medidas correctoras del consumo, alcachofas de ducha ecológicas, reductores volumétricos, etc., reducirá espectacularmente los consumos.